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Leyla 13:21:00, martes, 13 de marzo de 2012 Permalink
Terapia a base de risas.

¿Alguien sabe qué hay en las ingles de las monjas? Quizás hay droga, eso explicaría tantas misiones en Colombia y de hecho, nadie se atreve a mirar en la ingle de una monja.
O quizás tengamos que analizar las frases características de madre como cuando no encuentras un objeto (pongamos por ejemplo un sacacorchos) y después de estar media hora buscando llegua nuestra madre diciendo: "¿Pero has mirao bien?" o "¿Es que tengo que buscarlo yo?" Entonces el sacacorchos al ver a la madre se acojona y puf! aparece.
Con monólogos como estos, "El Rey de las cosas pequeñas" consigue sacarnos una sonrisa de oreja a oreja al igual que lo hizo en el Teatro Alameda aquel 3 de Marzo que tuve la ocasión de verle.


Recuerdo haber visto a Luis Piedrahita por primera vez en televisión en el Hormiguero y ya había leído "Dios hizo el mundo en 7 días.... y se nota". Aunque ya destacaba en "No somos nadie", el programa de radio de Pablo Motos antes de pasar a la televisión. Pero no sólo es humorista, también se dedica a la magia, como en "Nada x aquí" e incluso en "El Hormiguero", al igual que también es guionista y director de cine.
Como esta entrada está centrada en el campo del humor, hay que admitir que Piedrahita tiene suerte de contar con una larga generación como son: Martes y 13, Los Morancos, Cruz y Raya y ahora sobre todo José Mota, entre otros.
Pero cuenta con la suerte de que ha indagado y hace que nos preocupemos por un mundo olvidado y casi inexistente para nosotros: El de las cosas pequeñas (de ahí su apodo) de tal forma que poco después hasta ha rebuscado en los prospectos o en las indicaciones que nos dan al comprar cualquier objeto para descubrir hasta lo mas impepinable.
En conclusión, salí tan maravillada del Teatro Alameda y como estaba armada de valor y de dos libros a la espera de ser firmados, esperé unos minutos hasta que nos dieron una señal para subir las escaleras y encontrarnos con Luis Piedrahita. El resultado final fue este:


Puedo concluir diciendo, que la jornada finalizó "con la cara dolorida de tanto reir" y que se nos hizo corto, eso es bueno.

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